El nombre de lavanda proviene del latín Lavare (lavar) por ser una planta utilizada durante mucho tiempo para aromatizar baños.
La lavanda es cicatrizante, regenerante, antidepresiva, ayuda a conciliar el sueño y tiene un buen olor. Tiene propiedades antiinflamatorias y sedantes. Sus componentes (cineol, linalol, geraniol, limoneno y sabineno) le confieren propiedades antisépticas que la hacen muy eficaz en el tratamiento externo de las lesiones de la piel. Su riqueza en taninos le proporciona propiedades astringentes.
Aplicaciones: heridas y cortes, quemaduras, enfermedades de la piel (eccemas, psoriasis), picaduras y hematomas.
Sabiduría popular
- La lavanda está dedicada a Hécate, la diosa de las brujas y los hechiceros, y a sus dos hijas circe y Medea. Y a pesar de esto se usaba, por ambiguo que parezca, para desviar el mal de ojo.
- En el “lenguaje de las flores” la lavanda representa la desconfianza. Se cree que la víbora hacía de la lavanda su hábitat, por lo que quizás conviene acercarse con precaución a esta planta.
- Los leones y los tigres se volvían dóciles con el olor de la lavanda.
Cocinar con lavanda y otros usos
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